Objetivo de la Serie Documental


En el aspecto más amplio, el objetivo del documental es el de retratar y dar voz a los dueños y trabajadores de pequeños y medianos comercios dentro del barrio de Ruzafa, así como a las calles y a las personas que le dan vida. Todo esto con un par de preguntas claras: ¿Qué y quiénes generan la gentrificación de un barrio?, ¿cómo afecta este proceso a los locales de un barrio? y ¿quiénes son los encargados de dar dinamismo a este barrio? Así mismo se busca incentivar la sensación de pertenencia al barrio, y la captación de futuros visitantes y compradores de los comercios locales.


Por otro lado, la serie documental Free Ruzafa, busca convertirse en una plataforma innovadora de publicidad indirecta, buscando fidelizar a los clientes de los locales a través del “storytelling” y la comunicación “transmedia” con la visión a futuro de crear una plataforma propia donde se podrá visualizar el documental por módulos, dentro de un mapa interactivo del barrio. 


Son extraños los tiempos que estamos viviendo, cargados de incertidumbre y temor sobre todo para aquellos pequeños comercios que no cuentan con el apoyo de grandes corporaciones. Es por esto, que hoy más que nunca hay que encontrar el mutuo apoyo entre quienes estamos pasando por lo mismo. El turismo por lo pronto está parado, tanto nacional como internacional y pocas personas deciden salir de su casa por cuestiones fuera de las estrictamente necesarias. Pero irónicamente parece que en estos tiempos es cuando más se ha viajado. No literalmente, sino metafóricamente. 


Durante estos tiempos, plataformas de transmisión de vídeo, como lo son YouTube, Netflix, Amazon Prime, etc. Han podido disfrutar de un incremento en su popularidad. No cabe duda que el internet es la nueva televisión, generaciones cada vez más jóvenes deciden invertir en una conexión de banda ancha, antes que en un televisor de no sé cuantas pulgadas. Y en todo caso, dicho televisor debería tener conexión a internet para que en verdad funcionara para algo. Es más, todos contamos con un pequeño televisor (entre otras cosas) dentro de nuestro bolsillo. De esta forma, la importancia de que un negocio tenga visibilidad en al menos una de estas plataformas, a través de una producción audiovisual es latente. 


Sin embargo, muchas personas aún creen que es una inversión que pocos se pueden permitir, o que es difícilmente palpable su rentabilidad. Puede ser que, el pensar en una producción audiovisual, nos recuerde a los detrás de cámaras de Hollywood. Con un equipo enorme de personas, luces, cámara y acción. Además 30 segundos de publicidad en la televisión pueden llegar a costar miles de euros; “mi pequeño local jamás podría permitirse eso”. 


La realidad es que las nuevas tecnologías, cada vez vuelven más asequible la posibilidad de hacer una producción de calidad. Tan solo pensar que un porcentaje medio-alto de personas contamos con una cámara de como mínimo una resolución 1080p HD y algunos otros incluso con cámaras que superan los 4K dentro de nuestros bolsillos, deja mucho que pensar sobre la realidad audiovisual de nuestra época. Vale la pena revisar producciones como “Tangerine (2015)” del director Sean Baker, o “Unsane (2018)” de Steven Soderbergh, entre otras que han sido realizadas en su totalidad con la cámara del iPhone de aquel año. 



Por lo tanto, visto que el utilizar cámaras asequibles no influye en el arte final, sino que es la visión del director y su capacidad de crear narrativas envolventes y participativas con la audiencia, lo que determina que una producción audiovisual sea de calidad.  Free Ruzfa a través de una serie documental, lo que busca es poder ofrecer una producción audiovisual de calidad a un bajo coste. Siendo financiada en su totalidad a modo de “crowd funding” por los propios locales del barrio. 


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